Balas japonesas

Black Angel (Kuro no Tenshi, Japón, 1997)
Luego de andar viendo una que otra peli de acción made in Hong Kong por estos días, resulta mas que relajador ver esta peli dirigida por Takashi Ishii; a diferencia de las pelis hongkonesas de balazos y minas, en Black Angel no veremos peleas mareadoras ni coreografías que parecen ballet, acá el fuerte es la historia, un grupo de minas involucradas de una u otra forma con la mafia, ya sea por motivos sentimentales o de venganza, pero relacionadas al fin.
Ikko es secuestrada al nacer para que su madre crea que nació muerta y no cargue con el peso de tener una hija fruto de una violación, es adoptada por la familia de un yakuza que muere a manos de una brutal sicario, pero Ikko alcanza a huir y es salvada por Mayo, la original Black Angel, que la envía a EE. UU. para ser entrenada en las armas, como es lógico, y para que la peli tenga sentido, ella vuelve a su Japón natal al cumplir los 21 años para tomar venganza...
De ahi en mas vemos el turbio mundo de la mafia y las relaciones de lealtad y mala onda a partes iguales. Esta bien, la trama no es nada novedosa, pero toda peli de mujeres vengativas, armadas y cachondas merece ser vista.Lo que hace particularmente recomendable esta peli es su ritmo, tranquilo, muy "zen" jaja, muy cuidado en los encuadres, es dentro de ellos donde se da el mayor ritmo, el montaje esta supeditado al ritmo interno, muchas escenas son con un plano fijo o planos secuencia, muy cargados al claro oscuro y muy bien cuidados, no es teatro filmado, en cada encuadre hay varios detalles importantísimos, osea si pestañeas, pierdes.
Obviamente el nivel de violencia no defrauda, destacan los balazos por miles, la relación cargada a la violencia psicólogica entre un mafioso y su "asesina/esclava" a quien mantiene fiel a base de alcohol y drogas, una maravilla, pero resalta por sobre todo la escena en que Ikko es mantenida a la fuerza en un hospital abandonado donde la pestilencia se llega sentir, ahí será amarrada y humillada, después de todo, estamos en la tierra del bondage.
En occidente es promocionada como "la versión nipona de La Femme Nikita", pero nada mas falso, igual yo esperaba ver algo como la maravilla made in Hong Kong, Naked Killer, pero no fue así, puede sonar decepcionante darse cuenta que no hay tortillismo, coreografías, carga sexual ni mijitas ricas al estilo de Chingami Yau, pero que va, por el contrario, da gusto ver una peli sobria, inteligente, violenta y muy calmada, sin lugar a dudas cada país de oriente tiene su estilo particular a la hora de filmar, sobre todo a la hora del montaje, y en ese sentido, es muy difícil que un director japonés nos defraude.